
Para "entender" el arte de ciertos artistas, es preciso desentenderse de todo, hay que desaprender. Para mirarlos y ver qué nos dice, es preciso no querer ver nada en ellos. S¡ uno es entendido en arte, en ellos verá muchas cosas del arte; y si uno no es entendido en arte, aún verá más que un especialista. Y lo que verá lo habrá creado él mismo, con el estímulo del artista, que le convertirá en creador de lo que llegará a ver.
El mejor o más sabio espectador es el que ni siquiera ve nada en ello, el que no interpreta ni a medias lo que ve en las obras de ciertos artistas. Porque mirar no equivale necesariamente a ver algo. Eso puede ser un estorbo. Ciertos artistas deben vivirse más que verse. Y para vivir a ciertos artistas, hay que suspender todo juicio. Es así como miran los niños, sin prejuicios o juicios previos… el problema es que quizá hay que ser muy sabio para llegar a mirar otra vez como los niños.
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